Diseño de productos y plataformas digitales: La experiencia del usuario como hito de la estrategia empresarial

Conozca los fundamentos de la definición y el desarrollo de la experiencia del usuario para ayudar a potenciar su estrategia empresarial.

A pesar de que nos han dicho que no lo hagamos, seguimos juzgando un libro por su portada. En esta época, deberíamos saber que no debemos decidir por las apariencias.

Y lo que es peor, nuestra capacidad de atención es cada vez menor. Preferimos los vídeos de 30 segundos y los contenidos muy visuales a la lectura de largos artículos. No tenemos paciencia para lidiar con productos de baja calidad. Si hay un problema, exigimos una respuesta y una resolución casi instantáneas.

En la búsqueda de la innovación, muchos empresarios han construido con éxito y rapidez sus imperios sobre la base de una experiencia de usuario (UX) excelente.

Una experiencia superior genera lealtad, compromiso y promoción. Hasta que no tienen una mala experiencia, los usuarios rara vez buscan en otra parte. Al fin y al cabo, el hábito es una segunda naturaleza. En cualquier caso, las cosas empiezan a ponerse interesantes desde el punto de vista de las ventas y el marketing cuando los consumidores empiezan a buscar alternativas. Un sorprendente 93% de todas las experiencias en línea comienzan con una búsqueda y cerca de tres cuartas partes terminan en los resultados orgánicos de la página uno.

Se calcula que un usuario medio de la web no pasa de los cinco primeros listados de la página de resultados de un motor de búsqueda (SERP). Lo que nos lleva a la mencionada “portada del libro” para las empresas y a saber si sus sitios web están optimizados para aprovechar la rápida evolución de las expectativas de los consumidores. Resulta que incluso las empresas más grandes no toman el uso de “suplementos” de salud digital vitales para permitir una mejor descubribilidad en las búsquedas en línea.

La primera impresión es importante.

El sitio web y los canales sociales de una empresa son el primer punto de contacto para cualquier posible cliente. Por lo tanto, tienen que “impresionar” para captar la atención del cliente. Mientras que el 79% de los consumidores prefieren ver vídeos que leer sobre un producto, más de un tercio de las 300 principales empresas mundiales no tienen vídeos en sus sitios web, según una investigación de IDC en 2018.

La buena noticia es que a medida que las complejidades del lenguaje natural son mejor captadas y comprendidas por la IA, así podemos diseñar, programar y controlar mejor. Esperemos que los chatbots no se hayan autoconvencido de las empresas con algunas historias de precaución iniciales por salirse del guión. Trabajar de forma más inteligente, no más dura, debería ser el objetivo del diseño de UX, la innovación tecnológica y la satisfacción de las expectativas de los clientes; es hora de dar un paso de gigante.